martes, 31 de agosto de 2010

El bello verano

El verano me ha mantenido lejos del ordenador porque me ha tenido atada a los míos. Además, tengo tantos temas en el tintero que no puedo abarcarlos todos y así me luce el pelo... dejándolo todo para mañana porque el que mucho abarca, poco aprieta.

Pues eso, que he estado de lo más tranquila y de lo más feliz en estos días llenos de ansiada normalidad y calorcito del que desprenden los seres queridos. También hemos tenido calor traído por los aires africanos que entran por este rinconcito del bajo Guadalquivir. Menos mal que el vientomarea todo lo suaviza y refresca. Así da gloria.


Ya que los patines se me resisten (como echo de menos las manos sabias de mi abuela... Ella me enseñaría con los ojos cerrados a crochetear los más bonitos) me he puesto a ganchillear la mantita más bonita del mundo para mi sobri, que llegó hace unos días y nos tiene a todos "enamoraítos". Los colores no son mis favoritos, pero seguro que sí serán sus favoritos: su mami le tiene el cuarto de azulón y blanco... será como vivir en una nube. De nuevo recurro a los sabios consejos de Jean Eaton y sigo su patrón de ondas preciosas (chevrón ondulado, para ser exacta). Ya os hablé de esta autora de referencia para todas las amantes del croché y del proyecto que inicié para Irene "la sirenita" que quedó lindo. Pues aquí van las primeras ondas marinas para el marinerito de mi corazón que vino navegando desde su burbujitamamá.


El descanso también me ha ofrecido la posibilidad de recrearme en mis libritos... Varios para recomendar en plan telegrama, por aquello de condensar todo lo que tengo ganas de contar y no hacer un post de los que se quedan eternamente por hacer en el escritorio.

Uno que me recuerda la canción setentera de que el amor está en el aire "Mi vecina está enamorada", publicado por Kókinos. Una deliciosa cadena de amoríos que se te contagia y te empuja irremediablemente hacia el objeto de deseo más cercano para avalanzarte sobre él (bueno, al menos eso me pasó a mí...)


Una joya traída desde el norte por la fundadora de honor de la secta de las flores. Ella me trajo la magia de un autor que juega con los brillos, las sombras, las texturas y las palabras. Con su varita mezcla estos elementos y convierte las páginas en alfombras voladoras a la imaginación. Puedes investigar sobre Katsumi Komagata y sus libros hechizos aquí.


Y por último uno especialmente especial: Aire, fuego, tierra y aire en un caos lleno de armonía bajo la mirada delicada y preciosa de Cecilia Afonso. De una linda flor de papel para las "guiadas por la luna".


Porque la vida te sorprende y te cambia de repente. Te revuelve y trastoca y te llena de esperanza...